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domingo, 17 de abril de 2016

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Bienvenidos

INTRODUCCIÓN

  1. Deserción escolar es un término común utilizado en Latinoamérica para referirse al abandono de la escuela o dropout en inglés. Se trata de aquella situación en la que el estudiante después de un proceso acumulativo de separación o retiro, finalmente, comienza a retirarse antes de la edad establecida por el sistema educativo sin obtener un certificado. La deserción escolar es un problema que afecta el desarrollo de la sociedad y se da principalmente por falta de recursos económicos y por una desintegración familiar.

    La deserción escolar representa uno de los principales retos en materia educativa; conforme al reconocimiento del Presidente de la Organización de  las Naciones Unidas (ONU), en Centroamérica más del 40 por ciento de los jóvenes que ingresan al ciclo básico no concluye sus estudios, y Guatemala no escapa de esta situación. Con uno de cada d cuatro estudiantes que no termina secundaria, la deserción escolar afecta a jóvenes de todos los sectores de la sociedad.



La deserción escolar es un fenómeno presente tanto en los sistemas educativos de países poco industrializados, como en vías de desarrollo. En Latinoamérica las estadísticas más alarmantes de deserción escolar se concentran en la educación media, tanto en la secundaria básica, como en la secundaria superior.
 Guatemala ha tenido históricamente un nivel muy desfavorable en el campo de la educación. El nivel de escolaridad de nuestro país es sumamente bajo según lo plantea el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las oportunidades de acceso y permanencia en el sistema educativo no se hayan al alcance de la mayoría de la población guatemalteca; desigualdades económicas, sociales y otros factores políticos, lingüísticos y geográficos influyen en el acceso de jóvenes a la educación; esta deficiencia es muy preocupante si se toma en cuenta que la educación no sólo es un factor de crecimiento económico, sino también un ingrediente fundamental para el desarrollo social, incluida la formación de buenos ciudadanos.

CONCEPTUALIZACIÓN SOBRE LA DESERCIÓN ESCOLAR

CONCEPTUALIZACIÓN SOBRE LA  DESERCIÓN ESCOLAR

La palabra deserción se deriva del vocablo desertar, que a su vez etimológicamente, proviene del latín "desertare", que significa abandonar, dejar o alejarse.
En términos generales, puede aseverarse que la deserción escolar se relaciona con la fuga de los alumnos de la escuela, después de haber asistido algún tiempo a ella. Esto quiere decir, que el estudiante abandona sus estudios, renunciando a las clases y por ende, no regresa. Como se puede apreciar,  la deserción escolar implica abandono en forma definitiva del Centro Educativo, después de haberse matriculado y por lo tanto, no se puede concluir el grado o nivel de estudio respectivo.

En otro orden de ideas, vale la pena destacar que en el plano educativo, se utiliza el término “deserción” para hacer referencia a  aquellos alumnos que abandonan sus estudios por diferentes causas; entendiéndose por estudios a toda educación que se encuentra dentro del sistema educativo establecido precisamente, por el gobierno que administra el país (primaria, secundaria, universidad, etc.). Aquellas personas que dejan de estudiar, se convierten entonces en los denominados: desertores escolares. Inclusive, puede definirse como desertor a aquella persona que abandona, desiste o renuncia a una causa, meta u objetivo que lo mantenía incorporado a una institución o grupo social; con la cual se había comprometido a realizar funciones en pro de la institución y de él mismo, como individuo.

Según Erika Corvetto Castro “la deserción escolar es un fenómeno social ocasionado por diversas causas ya sean políticas, económicas, familiares, etc. Lo cual debe ser estudiado detenidamente para determinar las posibles soluciones, así como también todas aquellas actividades académicas relacionadas con la institución educativa”.[1]

MynorVilladelobos concibe la deserción como “el Apocalipsis del sistema educativo formal, cuya única cura es una reestructuración del currículum, de lo contrario la institución educativa pasará a ser un mito en vez de una realidad palpable”.[2]

Por lo general, suele suceder que  la deserción escolar sucede después de que se han presentado evidencias como retraso escolar, provocando que el alumno paulatinamente vaya perdiendo interés por todas aquellas actividades académicas relacionadas con la institución educativa. 
Cuando el alumno presenta cuadros de ausentismo, reprobación de exámenes, repetición de cursos, desinterés por las clases etc. Estos pueden ser indicadores de que el estudiante corre riesgo de abandonar sus estudios.

Es muy común que la sociedad y la misma institución, perciban a la deserción como un fracaso para el adolescente; sin embargo, para algunos desertores, el hecho de abandonar sus estudios lo consideran como una oportunidad para realizar otros propósitos ya establecidos, como trabajar o dedicarse a algo específico dentro de su hogar.

Los estudiantes pueden interpretar su abandono como un paso positivo hacia la consecución de una meta, sus interpretaciones de un determinado abandono son distintas porque sus metas e intereses difieren de los funcionarios o agentes de la educación.
Por medio de las opiniones de varios autores sobre el tema, se comprende entonces que la deserción escolar es un problema educativo que afecta al desarrollo de cualquier sociedad, no quedando exenta de esta problemática, la sociedad guatemalteca, especialmente en lo que atañe a los sectores del área rural, donde sin duda alguna, no sólo existen menos posibilidades para que los adolescentes asistan a un centro educativo, sino que también suelen ser lo más vulnerables en lo que respecta a la problemática de la cual se viene haciendo alusión.





[1] Castro, Erika Corvetto. Agosto 2001. “La superación es personal” (En línea) gt. Consultado el 03/04/2016 Disponible en: http://unknown-lasuperacionespersonal.blogspot.com/2011/08/la-desercion-escolar.html

[2]Villadelobos, Mynor. Febrero de 2001.  “Psicología de la educación para padres y profesionales” (En línea) gt. Consultado el  03/04/2016 Disponible en: http://www.psicopedagogia.com/definicion/desercion%20escolar

TIPOLOGÍA EN TORNO AL PROBLEMA DE LA DESERCIÓN ESCOLAR

Indiscutiblemente, existen diversas situaciones que influyen  en la deserción escolar y en este sentido, puede destacarse que la misma puede tipificarse de acuerdo a diversos enfoques o perspectivas. En este orden de ideas, cabe inferir que en lo que respecta a la tipología que se está manejando en el presente informe, se hace uso de conceptos como: rechazo escolar,  deserción como producto del individuo y deserción como producto institucional, mismos que se detallan a continuación.
¨      Rechazo Escolar:
Se entiende como Rechazo Escolar a la dificultad para asistir a la institución educativa, asociado con la angustia emocional, especialmente ansiedad y depresión. En otro orden de ideas, el Rechazo Escolar hace referencia a la negativa a asistir a la escuela o a la dificultad para permanecer en la misma, basada en perturbaciones inclusive de carácter emocional en los estudiantes.
El rechazo escolar debe considerarse un problema serio, porque normalmente conlleva consecuencias significativas y adversas. Se asocia a pobre rendimiento escolar, dificultades familiares y problemas de relación con los compañeros de estudio, docentes o autoridades del centro educativo. Puede aseverarse que, según diversos estudios, se considera que, aproximadamente, la  mitad de los que rechazan la escuela, suelen fracasar académicamente.

Sin duda alguna, el rechazo  escolar interfiere con el desarrollo social y educativo del adolescente. Las consecuencias a  largo plazo incluyen: menores oportunidades de acceso a una educación superior, problemas laborales, dificultades sociales y mayor riesgo de enfermedades mentales en el futuro.

En muchos casos, suele suceder que los estudiantes están inclinados por actividades diferentes a las académicas, lo cual puede justificase en varias formas; por ejemplo, que las aspiraciones del individuo aún no están definidas, es decir,  no cuentan con un respaldo basado en propósitos y metas que le sirvan al alumno para culminar sus estudios;  otra justificante puede ser  que la institución escolar no cumple con las expectativas esperadas por el adolescente, en cuanto a los servicios que ofrece o, tal vez,  que el medio social del alumno no incluye valores académicos.

Vale la pena recalcar que, cuando existe rechazo escolar, es común la inasistencia al centro educativo, lo que suele provocar en los estudiantes: bajo rendimiento académico, aislamiento, deterioro en las relaciones personales con docentes, alumnos y, sobre todo, un aumento de actitudes negativas hacia la escuela y hacia el propio aprendizaje. En este sentido,  puede considerarse al  rechazo escolar como la antesala a la deserción escolar.




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La deserción como producto del individuo:

Ésta supone que los estudiantes pueden interpretar su abandono como un paso positivo hacia la consecución de una meta, lo cual indica que existirán ocasiones en que los estudiantes desertores serán quienes darán la mejor interpretación cuando en un abandono de estudios existe o no, el fracaso escolar, pues son ellos quienes dicen la última palabra.
En este tipo de deserción, la institución cumple con los deseos del estudiante, pero ya no puede hacer nada para poder retenerlos.

El estudiante en este proceso se toma como un receso o lapso de tiempo para poder decidir sobre su futuro, ya sea de tipo académico o laboral. Cabe mencionar que en muchas ocasiones, los estudiantes se inclinan por experimentar en la rama laboral, lo cual les impide seguir sus estudios, dejando la institución educativa y por ende, dejando inconcluso su proceso de formación académica.





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La deserción escolar como producto institucional:

Es aquella en donde las causas que originan el abandono de estudios son propiciadas por el mismo centro educativo, cuyo funcionamiento institucional tiene la misión de brindarle al estudiante, el mayor número posible de espacios (académicos, deportivos, recreativos) para que se desarrolle al máximo y pueda generar compromisos con la institución escolar, que a largo plazo aseguren por supuesto, la culminación de sus estudios. En este sentido, no puede obviarse el hecho que los servicios que ofrecen los establecimientos educativos deben ser reales, de calidad y en óptimas condiciones, para asegurar la permanencia del estudiante.

Con base a lo expuesto, puede señalarse entonces que, sin lugar a dudas, las condiciones de los establecimientos educativos deben de ser adecuadas a las necesidades y expectativas de los estudiantes, de tal forma que se les pueda brindar un ambiente agradable donde puedan desarrollar al máximo, sus capacidades y habilidades. Muchos de los establecimientos no cumplen con los requerimientos necesarios para crear el ambiente que se precisa para que exista un proceso educativo con estándares de calidad, es por ello que los estudiantes desertan al no tener una motivación a nivel institucional.

Desafortunadamente, para la institución educativa resulta difícil y hasta frustrante, identificar qué tipo de abandono se puede clasificar en deserción como producto del individuo y cuál es la deserción como producto institucional, pero cuando la institución educativa está consciente de que los servicios ofrecidos son de calidad así como la eficiencia de su personal,  difícilmente va a percibir culpa alguna, si llegan a presentarse casos de deserción escolar.

No puede soslayarse que, muchas veces, el abandono de estudios es básicamente un reflejo de las acciones entre el alumno y la institución educativa. Aunque existirán ocasiones en que factores externos al ámbito escolar (familia, economía, contexto) interfieran, será un asunto de dos y finalmente va a depender solo de ellos, la decisión de que exista o no, una baja en la matrícula escolar.





CAUSAS EXTERNAS QUE INCIDEN EN LA DESERCIÓN ESCOLAR

De manera indiscutible, puede sostenerse que suelen ser muchas, las causas asociadas con la problemática de la Deserción Escolar. Tanto es así, que algunos autores suelen hacer la clasificación de Causas Externas e Internas en referencia a dicha problemática.

En lo que respecta a las causas de carácter externo, vale la pena mencionar, que los más influyentes en el tema de la deserción escolar son: el factor familiar, el factor económico y el factor sociocultural; estos son catalogados como factores externos, por cuanto no forman parte de la institución educativa, ni ésta puede establecer mecanismos de retención, ni las medidas de prevención con dichos factores, pues no se encuentran dentro del aula. Sin embargo, no cabe la menor duda que pueden incidir de manera significativa para que ocurra la deserción escolar.

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La Familia:

Para nadie es un secreto que la familia constituye justamente, la principal institución social, pues representa un área de desenvolvimiento fundamental en la sociedad, siendo el primer grupo social de referencia del que disponemos los seres humanos.
Por otra parte, las relaciones familias son consideradas como elemento fundamental en el proceso de desarrollo de la personalidad, por cuanto desde temprana edad, constituye un marco de referencia de actitudes y valores que pueden incidir de manera sustancial en el desarrollo escolar del adolescente.

El entorno familiar es el de mayor influencia para los estudiantes, pues es el hogar el sitio donde se vive la mayor parte del tiempo durante los años escolares, siendo sin duda alguna este ambiente, donde se forma todo un sistema de actitudes, hábitos, conductas y expectativas; de igual forma puede sostenerse que es el círculo social más privado, donde los seres humanos asimilan y refuerzan modelos de identificación, llevándose a cabo una serie de procesos donde cada integrante adquiere hábitos, costumbres, posturas, conductas, entre otras, las cuales, en la mayoría de casos, son trasladadas al ámbito escolar.

La familia bien puede catalogarse como la comunidad natural más importante, pues educa sin intención propiamente dicha de hacerlo. Todos los aprendizajes que se desarrollan en el seno familiar dan lugar a una conducta o hábito que difícilmente pueden cambiar los miembros que constituyen una familia.
Generalmente, los estudiantes adoptan conductas y formas de expresión que en muchas circunstancias, son extraídos del propio ambiente familiar; pero cuando dichas actitudes o conductas son reprobables, la institución escolar se ve en dificultades por no poder cumplir con sus funciones, ya que el adolescente se ve imposibilitado al tratar de cambiar patrones de conducta que diariamente suelen ser reforzados cuando regresa a casa.


Con base a lo antes detallado, vale la pena indicar que el proceso familiar es mutuo, esto lleva a pensar entonces que cada miembro aporta hábitos y conductas extraídos del exterior. Por lo tanto, los alumnos pueden aportar y recibir al mismo tiempo, normas de conducta, ya que la educación ejercida se manifiesta a cada momento. No hay que obviar también el hecho que es en la familia donde se pueden llegar a formar las bases del conocimiento, la religión, la moral, derechos, deberes y obligaciones. Así también, la educación familiar llega a constituir la base esencial para vivir en la sociedad.

Por el mismo hecho que la familia es considerada la base fundamental de la sociedad, no puede omitirse que está llamada a cumplir  varias funciones básicas, tales como: la función económica, biológica, educativa, cultural y espiritual. Estos suelen ser los indicadores que se utilizan para valorar el funcionamiento familiar, es decir, que la familia debe ser capaz de satisfacer las necesidades básicas, materiales y espirituales de sus miembros, actuando como sistema de apoyo para evitar la deserción escolar.

Por otro lado, no puede negarse que el ambiente social en que se desarrolla el ser humano también influye, pero es la familia, la de mayor influencia, debido precisamente al hecho que la interacción es constante y repetida. En este sentido, puede aseverarse que, cuando existen dentro del seno familiar problemas como: desintegración, falta de comunicación, roces, entre otros, los integrantes se van a ver involucrados física y emocionalmente, lo cual puede provocar distracción, depresión, impotencia, afectando de alguna manera las actividades académicas de los adolescentes.

De hecho, cuando la familia desvaloriza el trabajo escolar, sosteniendo que ir a clases equivale a perder el tiempo; sugiriendo que existen actividades más importantes; exaltando el ejemplo de las personas que triunfan en la vida sin haber asistido a la escuela, inducen al alumno a fijarse otras metas u objetivos, quien pueda ser que continúe asistiendo a clases, pero esperando el momento en que la escuela tome las medidas necesarias para procesar su deserción, sin que la familia le dé importancia a tal suceso.

De lo antes planteado, es que se deriva el hecho que Pilar Gutiez, doctora en filosofía y ciencias de la educación considera que la deserción escolar “es un problema que tiene origen en la familia por lo que se sostiene que la adaptación o inadaptación escolar de los adolescentes, suele estar en relación directa con el clima familiar en que viven” [1]

Con base a lo expuesto, puede sostenerse la idea que  la influencia de la familia para el desempeño del alumno en sus actividades académicas es fundamental, pues el adolescente interactúa la mayor parte del día en los espacios escuela/hogar y los relaciona para ir formándose en cuanto a conducta, criterio y hábitos; del mismo modo la familia coincide o inconscientemente podría inducir a que el alumno persista en la escuela o decida abandonar sus estudios.



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Factor Económico:

No se puede soslayar que, para la época que estamos viviendo, el factor económico resulta determinante en el propio destino de los seres humanos. Tal es su influencia e importancia, que en diversas partes del mundo, las personas incluso pueden morir por falta de liquidez para comprar alimentos, medicamentos, vestido, etc. Del mismo modo, la falta o carencia de recursos económicos en la familia, la sociedad, y el país, provoca serios problemas de retraso social, cultural, educativo y político.

Indiscutiblemente, cuando las personas cuentan con respaldo de tipo financiero, pueden adquirir diversos servicios para cubrir necesidades fisiológicas (hambre, sed); necesidades de seguridad (casa, atención médica); de esparcimiento (deportes, televisión, uso de internet, auto) y de autorrealización (educación). 
Con base a lo anterior, resulta comprensible el hecho que, si un estudiante cuenta con capital o recursos económicos suficientes para cubrir gastos por concepto de servicios académicos, le es más atractivo y productivo el asistir a clases ya que cuenta con todas las facilidades para acceder a la educación, y lo contrario sucede con alumnos, cuya falta de liquidez financiera para la adquisición de material didáctico, suele incidir negativamente, provocando por ende, que paulatinamente se vaya ausentando de la institución escolar, hasta dar paso a la problemática de la deserción escolar.

Es más, cuando el capital del que dispone el estudiante no es suficiente para cubrir gastos escolares, esto puede afectar significativamente en lo concerniente a la continuidad de su proceso de formación académica. Sin embargo, si el alumno tiene serias aspiraciones, surge una lucha indiscutible entre la retención y la deserción y solamente la convicción del estudiante, más las circunstancias económicas podrán decidir si se da o no, el abandono escolar.



Con lo antes planteado, no puede omitirse que las diferencias económicas de los estudiantes siempre van a ser notorias dentro de los centros educativos, por cuanto la forma de vestir, los útiles escolares, gastos de recreación, compra de material didáctico, entre otros, van a poner en evidencia a los alumnos de escasos recursos, generando lamentablemente en ellos, algunos complejos de inferioridad. Es más, puede aseverarse que, en términos generales, los estudiantes que suelen afrontar carencias económicas, tienden a ser más pasivos dentro del aula, más inadvertidos, quizá por el temor a evidenciar las limitaciones que los caracterizan.

La falta de capital, tanto en alumnos como en instituciones educativas, limitan el proceso de educación, generando en ocasiones situaciones críticas que desencadenan en el abandono de los estudios. 
Se asevera lo anterior, puesto que la falta de recursos económicos no solamente suele perjudicar al estudiante como tal, sino también a la propia institución escolar, ya que se dan situaciones en que la carencia o insuficiencia de fondos económicos dentro del centro educativo puede coadyuvar a la deserción escolar, por cuanto al haber escasez de mobiliario, material didáctico, personal, falta de lugares de recreación, entre otros, puede crear en los estudiantes, una sensación de desencanto o rechazo hacia aquella institución que no está llenando sus requerimientos o expectativas.

 


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Factor Sociocultural:

Como es bien sabido, la sociedad constituye el grupo de personas que rodean al individuo con las cuales sostiene relaciones de orden ideológico, cultural, religioso, intelectual, entre otros. 
Por otro lado, es preciso indicar que la Cultura puede ser definida como un conglomerado de símbolos, normas, creencias, ideales, costumbres, los cuales se transmiten de generación en generación, otorgando identidad a los miembros de las comunidades, que orienta, guía y da significados a sus diferentes quehaceres dentro de la sociedad.

Con base a lo que se ha explicado anteriormente, sobre los conceptos de sociedad y cultura, es preciso mencionar en este sentido, que el factor Sociocultural es aquel que se encuentra ligado directamente con el medio ambiente que rodea al individuo. Cuando una persona interactúa con una sociedad que concibe a la educación como la forma ideal de acceder a la cultura y a un mejor estatus social, sin duda alguna, esa persona buscará la manera de matricularse en una institución educativa para seguir con las normas enmarcadas en dicha sociedad. Y por el contrario, cuando el entorno social de un adolescente no está regido a costumbres académicas, suele impedir que éste se desarrolle en un ambiente socio profesional que le garantice una mejor calidad de vida.

En este orden de ideas, Mónica Sagoils sostiene que la deserción estudiantil debe entenderse “no como un acontecimiento individual aislado, sino como parte de un proceso donde la influencia tanto social como cultural del estudiante, van condicionando las diferentes acciones que éste realiza”[2]

Con todo lo planteado hasta ahora, es comprensible que los contextos sociocultural y familiar van condicionando al adolescente en sus primeros aprendizajes, imponiéndoles hábitos y conductas que para él son de lo más normales, pero al ingresar a una institución educativa y compararlo con sus compañeros alumnos de otros entornos, perciben las diferencia en cuanto a conductas y formas de expresión o lenguaje etc.  Es más, si dichos hábitos y conductas no encuadran dentro del entorno educativo, es probable que los alumnos encuentren dificultados en su proceso de formación escolar.




CAUSAS INTERNAS QUE TIENEN UNA FUERTE INJERENCIA EN LA DESERCIÓN ESCOLAR
Ya en apartados anteriores se hizo referencia a las causas externas que suelen incidir en la problemática de la Deserción Escolar. Ahora bien, en los párrafos que siguen, se hará alusión específica a aquellas causas que influyen en la deserción escolar, pero que se encuentran dentro del aula, esto es, el alumno y la propia institución educativa.

¨      El estudiante o alumno

En primera instancia, resulta necesario señalar que el concepto “alumno”, bien puede definirse como “un ser educable y sujeto a educación, que asiste a la escuela y lo significaremos a muchas más exactitud cuanto más nos referimos a la educación integral que recibe en la escuela y en la vida escolar” (Sánchez, 1985: 115).

Al referirnos a la deserción escolar, se piensa inmediatamente en un estudiante que abandona sus estudios, es decir, en un alumno que fracasa en la escuela, en una persona que deserta. Por lo tanto, puede afirmarse que la deserción escolar siempre va a involucrar al alumno.
En este mismo orden de ideas, vale la pena destacar que un alumno, al matricularse o inscribirse en una institución educativa, automáticamente, crea ciertos compromisos, los cuales pueden ir acompañados muchas veces, de metas y objetivos; no puede negarse entonces, que dichos compromisos van a ser precisamente, consigo mismo y con la institución educativa a la que pertenece, ed decir, los denominados: “Compromiso Individual” e “Institucional”.

Compromiso individual:
Cabe destacar que la deserción escolar tiene un origen interno, es decir, que gran parte de las causas que originan que los alumnos abandonen sus estudios son gestionados por ellos mismos, puesto que, cuando un estudiante evidencia poco o nulo  interés hacia su proceso de formación académica, es muy probable que éste disminuya paulatinamente en su nivel de rendimiento académico y que después opte por desertar.

Para Vincet Tinto, el compromiso individual que asume el estudiante con sus metas y aspiraciones, suelen ser fundamentales para que éste logre su permanencia hasta la culminación de sus estudios. Este mismo autor indica que los compromisos individuales pueden inclusive adoptar dos modalidades sustanciales: con la meta y con la institución. El primero se refiere al compromiso de  una persona con los objetivos educativos y ocupacionales que se ha fijado; significa que esa persona aplicará su voluntad para trabajar en la consecución y logro de sus metas. Ahora bien, el segundo consiste en el compromiso personal con la institución en la que el alumno se ha inscrito.

Existen dos formas de abandono estudiantil, vistas desde el compromiso individual. La primera es: la exclusión por razones académicas, ésta ocurre cuando el alumno va perdiendo interés por las materias, enfocando su atención en otras actividades y esto podría suceder cuando las instituciones educativas no tienen bien estructurado un programa sobre sus labores académicas.

La segunda forma de abandono es: La deserción voluntaria, que sucede regularmente cuando el alumno no tiene dentro de sus metas o aspiraciones terminar sus estudios y solo asistirá a clases como una forma de perder el tiempo, satisfacer a la familia, curiosidad, diversión, etc.

Es importante mencionar que existen alumnos cuyos problemas de tipo económico, familiar o sociocultural, amenazan con obligarlo a que abandone sus estudios; esto puede deberse a que el nivel de compromiso adquirido con la institución y con sus metas o aspiraciones no cuenta con el respaldo suficiente para poder superar adversidades; no obstante, existen otros casos cuya adversidad es demasiada y aun así, el alumno tiene la convicción de continuar con su proceso de formación escolar, hasta culminarlo.



Compromiso institucional:

No puede soslayarse que, al momento que un adolescente solicita educación a una institución escolar,  genera diversos compromisos, ya sea de carácter individual, familiar o social,  pero el  compromiso mayor lo realiza con el centro educativo donde se inscribe, ya que dicho contrato lo compromete a cumplir con ciertos requerimientos de parte del mismo, tales como: un horario, portar uniforme, conseguir o comprar material didáctico, poner atención en clases, entregar tareas, respetar a los docentes, entre otros.

Existirán algunos casos en que el abandono de los estudios es resultado de los compromisos individuales e institucionales, ya que al comprometerse con la institución se dan interacciones con docentes, autoridades escolares, alumnos etc. y son estos roces precisamente, los que pueden en cierta forma, condicionar la permanencia de los estudiantes en el aula.

Cabe advertir además, que el compromiso institucional que asume el adolescente va a depender de las interacciones que surjan con la comunidad estudiantil y son éstas las que condicionarán la permanencia del estudiante hasta la culminación de los estudios.




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La Institución Educativa:

De manera indiscutible,  puede aseverarse que la institución educativa desempeña un papel muy importante en lo que concierne a la educación de los estudiantes ya que constituye una base primordial para que se desarrolle el proceso de enseñanza y aprendizaje. En este sentido, no puede obviarse el hecho que los maestros como formadores de cada estudiante son los responsables de retenerlos en sus clases. Es bien sabido por ejemplo, que un buen maestro es aquel que sabe cómo dar sus clases, para que se logre una educación con estándares de calidad y por ende, los educandos sientan el deseo de regresar a las clases todos los días.

Por otro lado, es importante mencionar que las instituciones  educativas ocupan una gran parte del tiempo, y de la vida cotidiana de los seres humanos. 
La falta de integración social e intelectual a un sistema educativo podría conducir a los alumnos a establecer niveles nulos o bajos de compromiso con la institución educativa, aumentando la probabilidad de que el adolescente decida abandonar sus estudios para integrarse a otros grupos sociales ajenos a los educativos en los cuales se pueda sentir aceptado.
Con base a lo antes expuesto, puede mencionarse que la institución educativa es la encargada de crear las condiciones y así también, los escenarios adecuados que permitan la idónea integración social del estudiante en su entorno académico, pues una vez que el adolescente se sienta integrado en la comunidad estudiantil, el acceso a los contenidos y actividades le resultará más atractivo y significativo.


RELACIÓN ENTRE LAS CAUSAS EXTERNAS E INTERNAS DE LA DESERCIÓN ESCOLAR
Al hablar de las causas externas e internas de la deserción escolar, se hace referencia a una serie de características que influyen mucho en dicha  problemática; y se asevera entonces que este problema se da debido a que tanto las familias como los estudiantes y la misma institución, suelen ser los responsables de dicho fenómeno, o también la  pobreza, falta de empleo de los padres, o por el mismo desinterés del alumno.

En este orden de ideas, puede sostenerse que existe una significativa correlación entre las causas internas (alumno, institución educativa) y externas (familia, sociedad y factor económico) de la deserción escolar, puesto que, cuando el estudiante abandona sus estudios por falta de recursos económicos o bien, por la influencia de su familia o el contexto sociocultural, se justifica la intervención de dicho problema. Sin embargo, no puede negarse que existen alumnos que, a pesar de las adversidades, sobresalen, lo que hace pensar que tienen carácter y decisión que tal vez no adquirieron en la familia, a pesar de convivir con ella.

A pesar de lo ya mencionado, hay muchos expertos en la materia que infieren que es conveniente centrarse en el alumno y en la institución educativa, como los agentes principales de la deserción escolar, pues para los docentes y los directivos de los centros escolares, resulta más accesible crear posibilidades reales de intervención, por cuanto el alumno y los servicios que ofrecen dichos centros pueden trabajarse, moldearse, precisamente por el hecho que se encuentran o ubican dentro del mismo establecimiento.

Se debe recordar también, que los maestros juegan un rol preponderante y decisivo en la formación de los educandos y por ello, hay que tomar en cuenta que  los actuales y futuros docentes deben de  ser mejores  a  las generaciones pasadas de profesionales de la educación,  para coadyuvar a la correcta preparación y formación académica de los jóvenes y señoritas.

Por otra parte, no puede soslayarse por ejemplo, que hay muchos casos de padres de familia que a los niños de 8 a 12 años los inducen al trabajo duro, no importando qué clase de trabajo sea, ellos solo lo ven como un negocio que les deja dinero y no les importa el sacrificio de sus hijos y esto se convierte en un círculo vicioso. Son pocos los padres de familia que consideran que educar a sus hijos y mandarlos a las instituciones escolares,  les ayudará a salir de la ignorancia y que posteriormente, esto les brindará mejores oportunidades de trabajo y una mejor calidad de vida.







[1]Gutiez Cuevas, Pilar. 1998. “La deserción escolar”. (En línea) gt. Consultado el 03/04/2016. Disponible en: http://200.23.113.59/pdf/19411.pdf

[2]Sagoils, Mónica. 1995. “La deserción escolar”  (En línea) gt. Consultado el 13/03/2014 Disponible en: http://200.23.113.59/pdf/19411.pdf



LA PROBLEMÁTICA DE LA DESERCIÓN ESCOLAR EN EL CONTEXTO EDUCATIVO GUATEMALTECO (Como fundamentación legal)

Al abordar la problemática de la deserción escolar hacemos referencia a todas aquellas dificultades que sufren algunos estudiantes y que los lleva precisamente a abandonar sus estudios y por ende, a estancar por completo, su proceso de formación académica.

Nadie puede soslayar que, en lo que respecta al ámbito educativo guatemalteco, la deserción escolar representa una seria problemática, puesto que en cada ciclo escolar que transcurre, siempre se evidencian múltiples casos de estudiantes que abandonan sus estudios por diversidad de causas, mismas que como ya se ha venido explicando en apartados anteriores, pueden ser de naturaleza externa o interna.

Cabe destacar que en lo concerniente a la problemática de la deserción escolar, se ha podido constatar, en el ámbito escolar guatemalteco, que son las niñas las que resultan más afectadas por el problema, principalmente las mujeres mayas. Muchas de ellas no pueden finalizar la escuela primaria, debido a la pobreza, la carga de trabajo doméstico y las barreras culturales que lamentablemente, se siguen imponiendo en la sociedad.

A pesar que el acceso a los niveles de educación preprimaria, primaria y diversificado en nuestro país se ha incrementado en los últimos años, no puede negarse que los índices de finalización de la escuela primaria y secundaria, así como el analfabetismo continúan entre los más altos de Latinoamérica.

 

Históricamente, la deserción escolar es un fenómeno relativamente reciente, dado a que aparece después de implantarse en la mayoría de los países una escolaridad obligatoria, y se acentúa precisamente, con el proceso de democratización de la educación.
Según lo revela un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), las tasas de deserción antes de concluir la educación secundaria oscilan en un 66% en el caso del sistema educativo guatemalteco, lo cual resulta alarmante. A ello hay que sumar el hecho que según dicho informe, en el contexto social guatemalteco, muchos menores, desde los siete años, comienzan a asumir roles de trabajo adulto, según el género y, en el caso de las niñas, a partir de que cumplen 12 años, en muchas comunidades rurales, optan por conseguir esposo y tener hijos a temprana edad, lo que agudiza sin lugar a dudas, la problemática antes expuesta.

Con el afán de adquirir una noción clara respecto a la magnitud del problema de la deserción escolar en Guatemala, puede inferirse que, de acuerdo con un análisis realizado por Walter Menchú, del área de Educación, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), del 2010 al 2012, en promedio, 215 mil niños desertaron de las escuelas. Si se toma en cuenta cuántos alumnos ingresan al nivel primario y cuántos de ellos llegan a diversificado, sólo el 14.23% lo ha logrado en el período 2010-2012.

El estudio señala también que en dicho período, los departamentos donde más se concentra el problema de la deserción escolar en los tres niveles –primaria, secundaria y diversificadoson Guatemala, Huehuetenango, Alta Verapaz, San Marcos y Petén.
Con lo que se ha venido exponiendo, claramente se evidencia que la situación de la deserción escolar en nuestro país, es bastante compleja, puesto que un buen segmento de la población estudia, pero debe abandonar la escuela por razones económicas; otros trabajan para procurar el bienestar económico propio o de su núcleo familiar y ante la falta de oportunidades, muchos son cooptados por delincuentes o terminan recluidos en un centro correccional.
Aunado a lo ya expuesto, es fácil comprender lo que señala el profesor Daniel Nelson, docente de filosofía, religión y ética, “la deserción escolar es consecuencia de la implementación de una política educativa que no está acorde a las necesidades del pueblo porque cientos de estudiantes a nivel nacional hacen esfuerzos faraónicos para participar en el proceso de enseñanza y aprendizaje”.[1]

De lo anteriormente planteado, emerge la necesidad que el Estado implemente y más aún, haga realmente operativas y concretas, las políticas a favor de la niñez y la juventud, garantizando que estos sectores de la población sean considerados el centro del desarrollo del país, es decir, deben ser catalogados como una población prioritaria en todos los pactos de Gobierno, con una mirada estratégica y protectiva, que asegure para las próximas décadas, la tenencia a nivel de la sociedad, de personas preparadas profesionalmente y capaces por ende, de dar respuesta a las múltiples demandas y retos que impone la sociedad globalizada en la que nos encontramos inmersos.

COSTOS SOCIALES DE LA DESERCIÓN ESCOLAR
Tal como se ha venido sosteniendo, la deserción escolar constituye un serio problema educativo que suele afectar en demasía, el desarrollo de cualquier sociedad. Es además, un fenómeno social ocasionado por diversas causas, ya sean políticas, económicas, familiares, institucionales, entre otras, lo cual debe ser estudiado detenidamente, para determinar las posibles soluciones, así como también, su prevención.
En este orden de ideas, no puede negarse que, cuando una población experimenta limitaciones en el acceso a la educación o tiene serias dificultades en lo concerniente a la permanencia en el proceso de enseñanza y aprendizaje,  su crecimiento económico se ve limitado, ya que, cuando no se finalizan los ciclos educativos, existen menos posibilidades de acceder a empleos bien remunerados y se perpetúa el círculo de la pobreza.
Además, esto impide que la sociedad logre las metas que piensa como ideales en otros aspectos diferentes al económico, pues se está negando el saber y conocimiento que genera su sociedad, y empieza a ser marginado en lo político, social, afectivo, etc. Del mismo modo, tiene menos posibilidades de interactuar, de entender por ejemplo, las normas de  convivencia, la toma de decisiones en grupo, auto estima, entre otros.
Asimismo, el abandono o deserción escolar significa una gran pérdida para el Estado, pues se desaprovechan los recursos invertidos, la inversión no se traduce en mejor calidad de vida y se le quita la oportunidad de educarse a otras personas. Además, el desertor al querer reingresar limita los recursos de otros estudiantes o le significa posteriores gastos al Estado al llegar a establecimientos públicos o demandar ayudas sociales.
Con base a lo ya planteado, puede aseverarse entonces que, además de las repercusiones académicas y económicas como resultado de la deserción escolar, hay otras causas y consecuencias de índole social que representan una tragedia anticipada, y sin duda, un duro golpe para el desarrollo económico y social de Guatemala
Dichos costos sociales son los que se detallan a continuación:
  • Los derivados de disponer de una fuerza de trabajo menos calificada y menos «calificable», cuando las personas no han alcanzado ciertos niveles mínimos de educación necesarios para aprovechar los beneficios de programas de entrenamiento ofrecidos por el Estado o por las empresas. El caso extremo es el costo social producido por la deserción escolar muy temprana, que se traduce en analfabetismo.
  • La baja productividad del trabajo y su efecto en el (menor) crecimiento de las economías.
  • Los mayores gastos en que es necesario incurrir para financiar programas sociales y de transferencias a los sectores que no logran generar recursos propios.
  • La reproducción intergeneracional de las desigualdades sociales y su impacto negativo en la integración social, lo que dificulta el fortalecimiento y la profundización de la democracia.




¿CÓMO EVITAR LA DESERCIÓN ESCOLAR EN GUATEMALA?

En lo que atañe a esta temática, cabe destacar en primera instancia que, todas las investigaciones que se han llevado a cabo sobre la realidad social y económica guatemalteca apuntan a que las deficiencias en educación, constituyen el principal obstáculo para elevar sustancialmente, la tasa de crecimiento económico y por ende, el nivel de productividad nacional.

Está comprobado que una mayor inversión en educación (rentable o redituable) se refleja positivamente en el crecimiento económico y la productividad. La experiencia en otros países ha sido que cada año adicional de escolaridad de la fuerza de trabajo ha redundado positivamente, tanto en el crecimiento económico como en la elevación del índice de desarrollo humano.

El lento crecimiento de la educación en Guatemala no solamente ha generado una mayor desigualdad educativa, sino que ha provocado que la fuerza de trabajo tenga actualmente 3 años menos de educación de lo que correspondería a los patrones mundiales, dados los niveles de desarrollo de la región.

Todos los indicadores educativos en Guatemala son verdaderamente preocupantes: Las tasas de matrícula son bajas, la inversión en capacitación y actualización del magisterio es mínima, muy pocos terminan la primaria y los que lo logran toman mucho tiempo y, en general, la inversión en educación es muy reducida.



Definitivamente, el potencial de crecimiento de la economía nacional podría ser bastante superior al actual si, finalmente, se hiciera un esfuerzo educativo que elevara, por encima de la tendencia actual, la escolaridad promedio de la fuerza de trabajo.

El esfuerzo educativo adicional impulsaría el crecimiento económico a través de dos vertientes: 1) aceleraría el ritmo de crecimiento educativo que ha sufrido una desaceleración importante con respecto a los ritmos del pasado; y 2) aceleraría las mejoras de productividad, ya que no solo se mejoraría el rendimiento laboral de los individuos, sino
que potenciaría los otros factores del desarrollo.

En consecuencia, la combinación de una reforma política e institucional del Estado junto a un esfuerzo educativo titánico, es la clave para que Guatemala pueda elevar significativamente su tasa de crecimiento económico, así como la productividad.

En este mismo orden de ideas y haciendo referencia específica a la problemática de la deserción escolar en Guatemala, puede aseverarse que existen varias acciones estratégicas que pueden coadyuvar a combatir o evitar el abandono escolar en el país, siendo algunas de ellas, las que se enuncian a continuación:

·         El aumento de la cobertura de la matrícula escolar, que según diversos estudios, tiende a mejorar el rendimiento de los educandos en los primeros años de primaria, a la vez que reduce significativamente la repetición, uno de los factores que sin duda, más suele incidir en el abandono temprano de la escuela.

·         El cambio hacia sistemas de promoción automática durante la enseñanza primaria o en los primeros años de ésta, que reduce la extra edad, factor fuertemente asociado a la deserción escolar.

·         La introducción, ampliación y, en algunos casos, mayor focalización de los programas y subsidios orientados a mejorar la retención escolar, tales como: becas, entrega gratuita de materiales escolares, programas de alimentación escolar y otros, sobre todo en las zonas rurales, donde la problemática de la deserción escolar suele agudizarse.

·         El mejoramiento de la infraestructura escolar y la disponibilidad de escuelas en zonas rurales apartadas, ya que una de las razones frecuentes de inasistencia escolar en dichas zonas es la dificultad de acceso a los establecimientos. En consonancia con esta acción estratégica, el investigador Millán indica que “el mejoramiento de la infraestructura escolar y la disponibilidad de escuelas en zonas rurales apartadas, es muy importante porque dependiendo del buen estado de los establecimientos, los estudiantes se sentirán cómodos estando dentro y por ende, querrán asistir y culminar sus estudios”. [2]


·         El mayor involucramiento de los padres y la introducción de incentivos para su participación en actividades de la escuela y en el seguimiento de la situación escolar de los niños y de su rendimiento.

·         Aunado a las acciones estratégicas ya mencionadas, no cabe la menor duda que el tema de la calidad de la educación que se brinda en las instituciones escolares guatemaltecas también juega un rol sustancial, puesto que la deserción escolar se relaciona en muchos sentidos con dicha calidad en la educación, pues es difícil que habiendo estándares de calidad en la enseñanza, haya alumnos que deserten.

Cuando no hay una verdadera calidad en la educación escolar, el alumno no le encuentra el sabor a la educación, ni le encuentra el sentido de la asistencia al centro educativo; se vuelve tedioso, aburrido y monótono; hay una relación fría entre maestro y alumno. No hay una motivación de parte del maestro para que el alumno aprenda, no hay una preparación en el sentido de entender que él es un profesional de la educación y que de él depende muchísimo el nivel educativo que ese niño vaya a conseguir. Los esfuerzos que el alumno hace lo llevan a una frustración, a no encontrarle sentido o motivo por el cual estar acudiendo a un lugar en donde se aburre, donde hay una relación fría y distante con el maestro. Todo esto puede ser un motivo bastante real del por qué la deserción escolar es una realidad grande, presente, que no se ha podido disminuir y que incluso en ocasiones se ha incrementado.

Por lo expuesto, es que resulta indiscutible que la calidad educativa en Guatemala implica el entendimiento que el maestro tiene como profesional de la educación y asimismo, implica la satisfacción de las necesidades propias del alumno, es decir, hacer que el educando descubra para qué tiene potencial en su vida académica, en qué áreas tiene facilidades, dónde puede ejercitar sus habilidades, etc.

Aunado a lo ya mencionado, no puede soslayarse que en el ámbito educativo guatemalteco, debe darse énfasis a las acciones estratégicas mencionadas y más aún, debe adquirirse una plena conciencia que la educación es importante porque genera y potencia capacidades en las personas, ayuda a mejorar los indicadores sociales al disminuir tasas de desnutrición y fortalecer condiciones de salud. Asimismo, la educación reduce la pobreza, mejora la inclusión social y condiciones para una mejor gobernabilidad y participación democrática. Aparte de ello, mejora los ingresos en las familias porque permite optar a mejores salarios.




[1]Nelson, Daniel. Agosto 2012. “Deserción Escolar” (En línea) gt. Consultado el 11/04/2014 Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos14/desercionescolar/desercionescolar.shtml.
[2] Aponte, Millán Pavón 1995. Estrategias efectivas para la Deserción Escolar. Consultado: el 17/04/2014  (En línea) gt. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos22/desercion-escolar/desercion-escolar.shtml#ixzz2v2YjoL7R

Entrevista realizada a Lic. Hugosveli Chapetón Cardona sobre "La Deserción Escolar en Guatemala"

El siguiente contenido conlleva una entrevista realizada a Lic. en Pedagogía y Msc. en Ciencias de la Educación; Licenciado Hugosveli Chapetón Cardona. Él es Profesional #1 con funciones de Supervisión en el Sistema Educativo Nacional asignado en el Municipio de San Miguel Panan, Suchitepéquez, Guatemala. Donde se especificarán aspectos importantes sobre el tema de "La Deserción Escolar en Guatemala".

CONCLUSIONES Y CONSULTAS

Conclusiones

Cabe destacar que el presente trabajo de investigación nos ha permitido comprender que existen diversas causas que suelen provocar la problemática de la deserción escolar y que de hecho, algunos autores han optado por clasificar dichas causas desde dos perspectivas, una de orden externo, donde se incluyen: el factor familiar, el factor económico y el factor sociocultural y son catalogados precisamente de esa forma, por cuanto no dependen de la institución educativa y la segunda clasificación que se hace en torno a las causas de la deserción escolar hace referencia justamente, a causas de orden interno, donde se incluyen: el propio estudiante, esto es, su nivel de compromiso individual y así también se incluye la misma institución escolar.


·         Tomando en cuenta la fundamentación teórica que se desarrolla en este informe, es fácil reconocer que, además de ser un derecho vinculado al desarrollo pleno de las personas, la educación incide decisivamente en las oportunidades y la calidad de vida de los individuos, las familias y las colectividades. Con esto se comprende entonces que, la problemática de la deserción escolar suele acarrear repercusiones ampliamente negativas en el nivel de calidad de vida de los estudiantes.


Egrafías

Castro, Erika Corvetto. Agosto 2001. “La superación es personal” (En línea) gt. Consultado el 03/04/2016 Disponible en: http://unknown-lasuperacionespersonal.blogspot.com/2011/08/la-desercion-escolar.html

Villadelobos, Mynor. Febrero de 2001.  “Psicología de la educación para padres y profesionales” (En línea) gt. Consultado el  03/04/2016 Disponible en: http://www.psicopedagogia.com/definicion/desercion%20escolar
Gutiez Cuevas, Pilar. 1998. “La deserción escolar”. (En línea) gt. Consultado el 03/04/2016. Disponible en: http://200.23.113.59/pdf/19411.pdf

Torres, Mónica. Mayo 13, 2009, Temas educativos, Edureg Blog. Consultado el 11/04/2014 
(En línea) gt. Disponible en: http://edurec.wordpress.com/2009/05/13/tipos-de-educacion-fomal-no-formal-e-informal/

Gutiez Cuevas, Pilar. 1998. “La deserción escolar”. (En línea) gt. Consultado el 03/04/2016. Disponible en: http://200.23.113.59/pdf/19411.pdf